Carcinoma de Células
Escamosas en Gatos
El carcinoma
de células escamosas (CCE) es uno de los tumores malignos más
frecuentes en los gatos, especialmente en áreas de la piel y mucosas expuestas
a la luz ultravioleta (UV). Esta neoplasia afecta principalmente la piel de la
nariz, párpados, orejas y, en algunos casos, estructuras oculares como la conjuntiva y la córnea. Es un tumor de
crecimiento lento pero altamente invasivo, lo que puede comprometer gravemente
la función ocular y la calidad de vida del animal.
Factores de Riesgo
Uno de los principales
factores de riesgo para el desarrollo del carcinoma de células escamosas en
gatos es la exposición crónica a la radiación ultravioleta (UV),
especialmente en felinos con pelaje claro o despigmentado. Los gatos que viven
en zonas de alta altitud o que pasan mucho tiempo al aire libre tienen una
mayor predisposición a desarrollar este tipo de tumor.
Además,
la inflamación crónica y las lesiones recurrentes en la
conjuntiva y la córnea pueden favorecer la aparición del
carcinoma. Irritaciones constantes debido a infecciones, traumatismos o
enfermedades inflamatorias como la queratoconjuntivitis
crónica, pueden inducir cambios displásicos en las células
epiteliales, favoreciendo la transformación maligna.
Manifestaciones Clínicas
El CCE
en gatos suele presentarse inicialmente como lesiones
ulcerativas o erosivas en la conjuntiva o en la córnea. En
etapas tempranas, pueden observarse áreas enrojecidas,
engrosadas o con aspecto queratósico, que progresan a úlceras
crónicas con bordes elevados e irregulares. En la córnea, puede manifestarse
como placas blancas o vascularización anómala,
lo que provoca opacidad progresiva y molestias en el animal.
Otros
signos incluyen:
- Epífora (lagrimeo
excesivo) y secreción ocular.
- Blefarospasmo
(cierre involuntario del ojo por dolor).
- Inflamación
crónica de la conjuntiva con apariencia rojiza e
irregular.
- Pérdida de visión
progresiva si el tumor compromete el eje visual.
Diagnóstico
El
diagnóstico del carcinoma de células escamosas en gatos se basa en la
combinación de examen clínico oftalmológico
y pruebas complementarias. Entre las pruebas más utilizadas se incluyen:
- Biomicroscopía con
lámpara de hendidura para evaluar el estado
de la conjuntiva y córnea.
- Citología o
biopsia ocular, obteniendo una muestra del tejido
afectado para confirmar la presencia de células neoplásicas.
- Tinción con Rosa
de Bengala o fluoresceína para evaluar áreas de
displasia epitelial o ulceración corneal.
- Tomografía
computarizada (TC) o resonancia magnética (RM)
en casos avanzados para evaluar la profundidad de la invasión tumoral.
Tratamiento
El
tratamiento del carcinoma de células escamosas en gatos depende del grado de afectación ocular y de la
extensión de la lesión. En casos tempranos, se pueden utilizar terapias conservadoras, mientras que en tumores
avanzados es necesario recurrir a procedimientos más agresivos.
Opciones terapéuticas
1.
Cirugía
- Escisión
quirúrgica con márgenes amplios para evitar
recurrencias.
- Queratectomía
lamelar en casos donde el tumor afecta la córnea
superficialmente.
- Enucleación
(extracción del ojo) en tumores invasivos
que comprometen profundamente las estructuras oculares.
2.
Terapia con Criocirugía
- Consiste
en la destrucción de las células
tumorales mediante congelación con nitrógeno líquido. Es
útil en lesiones pequeñas de la conjuntiva o párpados.
3.
Radioterapia
- Indicada
en tumores inoperables o en pacientes con alto riesgo de recurrencia. Se
puede utilizar radioterapia de
contacto con placas de estroncio-90 o radioterapia
externa.
4.
Quimioterapia tópica
- Uso
de agentes como mitomicina C o
5-fluorouracilo, que inhiben la proliferación celular.
5.
Terapia Fotodinámica
- Utiliza
un fotosensibilizador que se activa con luz láser para destruir células
tumorales selectivamente.
Pronóstico y Prevención
El
pronóstico del CCE depende de la detección temprana y
del tratamiento oportuno. Si se aborda en fases iniciales, el
pronóstico es favorable, pero en casos avanzados con invasión profunda de la
córnea y conjuntiva, el riesgo de recidiva es alto y puede requerir la extirpación del ojo afectado.
Para
prevenir el desarrollo de esta neoplasia, se recomienda:
- Evitar la
exposición excesiva al sol, especialmente en gatos
con pelaje claro.
- Uso de protectores
solares específicos para gatos en zonas de alto riesgo
como orejas, nariz y párpados.
- Monitoreo
frecuente de lesiones sospechosas en conjuntiva y
córnea para un diagnóstico temprano.
El carcinoma de células escamosas es una patología
agresiva que puede comprometer severamente la visión y bienestar del gato. Sin
embargo, con una vigilancia adecuada y un tratamiento precoz, es posible
mejorar la calidad de vida del paciente y controlar la progresión del tumor.
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