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Blefaritis

 


La blefaritis es una afección oftalmológica frecuente en la medicina veterinaria, caracterizada por la inflamación de los párpados en diversas especies animales, especialmente en perros y gatos. Esta condición puede afectar tanto la piel como las glándulas asociadas al margen palpebral, provocando síntomas que van desde enrojecimiento y picor hasta secreciones oculares y formación de costras. Dada su naturaleza multifactorial, es esencial un enfoque diagnóstico exhaustivo para identificar la causa subyacente y establecer un tratamiento adecuado.

La blefaritis se define como la inflamación del borde palpebral, que puede involucrar las glándulas de Meibomio y otras estructuras anexas. Esta inflamación puede ser resultado de diversas etiologías, incluyendo infecciones bacterianas, infestaciones parasitarias, reacciones alérgicas, trastornos inmunomediados y condiciones dermatológicas subyacentes. La identificación precisa de la causa es crucial para dirigir el tratamiento de manera efectiva.

Los síntomas clínicos de la blefaritis en animales incluyen enrojecimiento e hinchazón de los párpados, prurito, secreción ocular que puede ser serosa o purulenta, formación de costras en los márgenes palpebrales y, en casos crónicos, pérdida de pelo alrededor de los ojos. Los animales afectados suelen mostrar signos de incomodidad, como frotarse los ojos con las patas o contra objetos, lo que puede agravar la condición y predisponer a infecciones secundarias.

El diagnóstico de la blefaritis se basa en una combinación de historia clínica detallada, examen físico y pruebas complementarias. Es fundamental realizar un examen oftalmológico completo, incluyendo la evaluación de la integridad de la película lagrimal y la identificación de posibles cuerpos extraños o anomalías estructurales. Además, se pueden emplear técnicas como citología conjuntival, cultivos bacterianos y pruebas de sensibilidad para determinar la presencia de agentes infecciosos específicos. En casos sospechosos de etiología parasitaria, como la demodicosis, se recomienda realizar raspados cutáneos profundos para identificar la presencia de ácaros.

El diagnóstico diferencial de la blefaritis es amplio e incluye condiciones como conjuntivitis, dacriocistitis, dermatitis periorbital y neoplasias palpebrales. Es esencial distinguir entre estas afecciones para evitar tratamientos inapropiados y potencialmente perjudiciales. Por ejemplo, mientras que la blefaritis bacteriana puede requerir terapia antimicrobiana, una dermatitis alérgica podría beneficiarse de la identificación y eliminación del alérgeno desencadenante.

El tratamiento de la blefaritis debe ser individualizado según la causa subyacente. Las medidas generales incluyen la higiene regular de los párpados con soluciones limpiadoras específicas para eliminar costras y secreciones. En casos de infección bacteriana, se prescriben antibióticos tópicos o sistémicos según la gravedad. Para afecciones inmunomediadas, los corticosteroides tópicos o sistémicos pueden ser beneficiosos, siempre bajo supervisión veterinaria. Recientemente, se han introducido tratamientos innovadores como la ciclosporina tópica, que ha demostrado aliviar los signos y síntomas de la blefaritis en algunos casos.

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