El cristalino es una estructura biconvexa, avascular y transparente situada detrás del iris y delante del humor vítreo. Su función principal es la refracción y enfoque de la luz sobre la retina para una visión nítida. Su anatomía se compone de varias zonas bien definidas, cada una con características específicas que contribuyen a su estructura y función.
Cápsula del Cristalino: Es una
membrana elástica y transparente que rodea completamente al cristalino. Se
compone principalmente de colágeno tipo IV y glicoproteínas, lo que le otorga
resistencia y flexibilidad. Su grosor varía, siendo más delgada en la región
posterior y más gruesa en la anterior y ecuatorial. La cápsula es esencial para
la inserción de las fibras zonulares y permite la acomodación.
Epitelio Subcapsular: Se
encuentra únicamente en la cara anterior del cristalino, justo debajo de la
cápsula. Es una monocapa de células epiteliales que desempeñan un papel crucial
en la homeostasis del cristalino, ya que son responsables del transporte de
iones y la producción de nuevas fibras del cristalino. A medida que las células
se diferencian, migran hacia la región ecuatorial y se convierten en fibras
elongadas.
Corteza del Cristalino:
Formada por fibras del cristalino organizadas en láminas concéntricas. Estas
fibras son células especializadas que han perdido su núcleo y organelos para
mantener la transparencia del cristalino. La corteza es la región más periférica
y de menor densidad, permitiendo cierta flexibilidad para la acomodación.
Núcleo del Cristalino: Ubicado
en la parte central del cristalino, el núcleo se compone de fibras más
compactas y antiguas. Se divide en el núcleo fetal (formado durante la vida
embrionaria) y el núcleo adulto (formado posteriormente). Con la edad, el núcleo
se endurece progresivamente en un proceso conocido como esclerosis nuclear, lo
que puede afectar la capacidad de acomodación y la transparencia del
cristalino.
Ecuador del Cristalino: Es la
región donde se insertan las fibras zonulares provenientes del cuerpo ciliar.
Estas fibras son esenciales para la acomodación, ya que transmiten la tensión
ejercida por el músculo ciliar para modificar la forma del cristalino y
permitir el enfoque de objetos cercanos o lejanos.
El cristalino es una
estructura altamente organizada cuya transparencia es esencial para la función
visual. Cualquier alteración en su anatomía, como la opacificación de las
fibras (cataratas) o su luxación debido a la ruptura de las fibras zonulares,
puede afectar significativamente la visión del animal.
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