La Conjuntiva: Anatomía, Histología y
Función
La conjuntiva
es una membrana mucosa delgada y transparente que recubre la superficie interna
de los párpados y la porción anterior de la esclerótica, excepto la córnea. Su
función principal es proteger y lubricar el ojo, además de
participar en la respuesta inmunitaria ocular.
Desde
un punto de vista anatómico, la conjuntiva se divide en tres regiones
principales:
- Conjuntiva bulbar:
Recubre la esclerótica y se extiende hasta el limbo corneal. Es delgada y
fuertemente adherida a la esclera subyacente.
- Conjuntiva palpebral:
Tapiza la cara interna de los párpados y se adhiere firmemente al tarso.
Su estructura es más gruesa y vascularizada.
- Fornix conjuntival:
Es la zona de transición entre la conjuntiva palpebral y la bulbar,
formando un saco conjuntival que permite la movilidad del ojo sin generar
fricción excesiva.
Histología de la Conjuntiva
La
conjuntiva está compuesta por tres capas histológicas principales:
- Epitelio conjuntival: Varía
de un epitelio cilíndrico estratificado con células caliciformes en el
fornix y la conjuntiva palpebral, a un epitelio escamoso estratificado en
la conjuntiva bulbar. Las células caliciformes producen mucina, un
componente clave de la película lagrimal.
- Lámina propia o tejido conectivo subepitelial:
Está constituida por tejido conectivo laxo, donde se encuentran glándulas
accesorias (glándulas de Krause y Wolfring), linfocitos y mastocitos que
participan en la inmunidad ocular.
- Capa vascular: Contiene una
densa red de capilares que permite la oxigenación y nutrición de la
superficie ocular, además de facilitar la respuesta inflamatoria ante
infecciones o lesiones.
Funciones de la Conjuntiva
La
conjuntiva cumple múltiples funciones esenciales para la salud ocular:
- Protección mecánica y barrera inmunológica:
Actúa como una primera línea de defensa contra patógenos, gracias a su
contenido de células inmunitarias y la producción de inmunoglobulinas.
- Lubricación ocular:
Las células caliciformes y las glándulas accesorias producen componentes
de la lágrima que mantienen la superficie ocular húmeda y reducen la
fricción.
- Facilitación del movimiento ocular:
Gracias a la flexibilidad del fornix conjuntival, permite que el globo
ocular se mueva libremente sin restricciones.
- Contribución a la película lagrimal:
La mucina secretada por el epitelio conjuntival ayuda a la adhesión de la
película lagrimal a la córnea, asegurando una distribución homogénea de la
lágrima.
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